Se dice cuando un lugar está plagado de zancudos, pero a lo bestia, como si hubiera nube y todo el mundo saliera picado. Sirve para quejarse de un río, un patio o una playa cuando no hay repelente y te toca sufrir. Es bien salvadoreña y bien gráfica, porque solo de oírla ya te empieza a picar.
"Mirá, no vayás al río hoy, está hecha una zancudera y esos zancudos te van a dejar como colador, ni la pupusa vas a poder disfrutar."