Forma coloquial y juguetona de llamar al zumo, sobre todo cuando estás entre paisanos en plan de confianza, ya sea en el chigre, en casa de la güela o en una quintana. Suena cariñoso, un poco de coña, como si el zumo fuera algo especial y casi mágico. Y oye, dicho así hasta apetece más beberlo.
"Oye, güaje, deja el móvil un rato y tráeme un poco de zumeque de naranja, que con la resaca que llevo ni la sidra me arregla hoy."