Se usa cuando compras algo pero no lo pagas en ese momento, quedas a deber la lana y luego lo liquidas. Es muy de tiendita de la esquina o de compas que se tienen confianza. Básicamente es decir que te lo fían y tú te haces responsable después, aunque a veces uno se hace pato, hay que admitirlo.
"Doña Pelos, apúnteme estos tres tacos y un refresco a deber, que hoy ando más seco que el río Apatlaco, pero mañana que me caiga la quincena le pago todo bien chulo."