En Mérida se usa para decir que alguien hizo una jugada tan perfecta que parece de película, como si se hubiera resbalado en aceite pero hubiera caído de pie y con estilo. Es una acción brillante, inesperada y muy efectiva, que deja a todo el mundo loco pensando cómo demonios le salió tan bien. Y la verdad, da gustico verlo.

"Marico, el profe iba a pillar la chuleta y justo sonó el timbre, nos paramos y se la guardé en el bolsillo sin que viera nada, todo el salón pegó el grito: ¡Aceitazo, chamo!"

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!