Se usa para decirle a alguien que baje un cambio, que deje de agrandarse o de hacerse el guapo y se calme un poco. Es como pincharle el globo al que viene muy sobrado o muy acelerado. Sirve tanto para el que boquea de más como para el que se está pasando de dramático. Y hay que admitir que suena bastante pintoresca.
"Dale, Juancito, achicá el ala que recién son las diez, todavía ni arrancó la previa y ya estás haciendo más ruido que la cumbia del vecino."
Se usa cuando alguien se raja a última hora, se aparta o se hace pequeñito para no dar la cara. Es como encoger las alas y salir por patas, con un puntito de cobardía o falta de decisión. Vamos, que cuando toca apretar, en vez de tirar pa'lante, achica el ala y se escurre.
"Iba presumiendo de valiente, pero en cuanto vio al jefe cabreado achicó el ala, se sentó calladito en la esquina y ni respiraba el nota."
En Bolivia se dice cuando alguien se raja, se va rapidito o se hace el loco para evitar un problema. Es como “mejor me pierdo antes de que me agarren” o “me abro de aquí”. La imagen es la de un ave que recoge el ala para moverse sin llamar la atención. Muy de zafar y desaparecer.
"El compa estaba haciéndose el vivo en la tienda y, cuando apareció el dueño gritando, achicó el ala al toque y se perdió por la esquina."