Se dice cuando andas bajoneado, sin pila y con el cuerpo pesado, como si una tabla te estuviera aplastando. Sirve para hablar de caña, sueño, estrés o simplemente cero ganas de existir. No es drama, es ese modo zombie bien chileno en el que todo te cuesta el doble.
"No me pidai que salga, si hoy ando con la tabla brígido. Ayer me acosté a las cinco y ahora hasta el metro me da paja."