Se dice cuando alguien anda bien cariñoso, meloso o de ligue, como con la miel a tope y repartiendo sonrisas. Puede ser porque está enamorado, porque quiere quedar bien o porque trae ganas de coquetear. No siempre es malo, pero sí se nota que anda en modo dulcecito y medio intenso.
"No manches, Juan anda de fruta hoy, ya le llevó cafecito a la jefa y hasta le abrió la puerta a medio mundo en la oficina."