Se dice cuando alguien anda volado, distraído o medio perdido, como si el viento del desierto lo llevara pa’ cualquier lado. Sirve para retar con cariño o para tirar la talla cuando alguien no pesca, se le va la onda o está en otra. Bien del norte, con arena en los zapatos.
"Oye, te mandé el audio, te etiqueté y ni ahí. ¿Andai en ventolera o qué? Ponte las pilas que ya vamos tarde al carrete."