Se suelta para picar a alguien y que se lance a hacer algo medio loco o inesperado, como diciendo atrévete pues, sin tanta pensadera. Va con tono de complicidad, burla cariñosa y ese desparpajo bien zuliano. Sirve para empujar a la acción, retar suave y prender el plan cuando la gente anda fría.
"¿Vas a quedarte viendo cómo bailan? ¡Ay, aventúrate! Súbete a la tarima y deja la pena, que aquí nadie te va a comer."