Se dice cuando alguien anda enredado en un lío, apretado de plata o metido en una situación complicada y no ve salida fácil. Es como imaginarlo ahí, agarrado al palo, moviéndose como puede para no caerse. Muy costeño para hablar del que vive apagando incendios y siempre le cae otra.
"Mira a Juan, otra vez anda bailando en el palo con la cuota del carro y el arriendo. Le pagan hoy y ya mañana está en la olla."