Se dice cuando te topas de golpe con la realidad y te quedas frío, como si te hubieras estampado contra una pared. Sirve para hablar de un rechazo, una mala noticia o un plan que se cae feo. En Lima suena bien dramático y bien gráfico. Vamos, el clásico golpe de realidad que te baja de la nube.
"Mano, fui a declararme todo romántico y me suelta que ya tiene flaco. Ahí nomás choqué con la pared y me fui a comer mi salchipapa en silencio."