Expresión sarcástica para decir que no te crees ni de broma lo que te están contando. Se suelta cuando alguien promete algo que suena a cuento, se inventa una excusa floja o te quiere vender humo. Es como decir “sí, claro” pero con mala leche y bien boliviano. Y queda redondito para cortar el chamuyo.
"—Mañana te pago, palabra. —Claro que puente, si ayer me dijiste lo mismo y te fuiste a jugar fulbito."