En Cusco se le suelta a alguien que no para quieto ni un segundo, siempre apurado, yendo de un lado a otro como si tuviera pilas nuevas. Es como decir que es hiperactivo o demasiado inquieto. También puede ir con cariño, medio en broma, cuando el pata vive metido en mil cosas a la vez.
"Ese Juanito es un correcaminos, pe, ni el domingo descansa: a las seis ya está trepando cerros y luego se va al mercado como si nada."