Se usa cuando alguien queda con una cara de aburrimiento extremo, como ido, después de hacer algo pesado y repetitivo por horas. Es esa expresión de estar chato, medio zombie, como si lo hubieran mandado a cuidar el campo sin descanso. Y la verdad, solo de imaginarlo ya da pereza.
"Loco, después de desyuyar la chacra todo el día, el Pancho llegó a la casa dando cara de uyuyo, ni pa' decir hola le alcanzó"