Se usa cuando alguien llama muchísimo la atención, ya sea por ir demasiado cantoso, hacer el ridículo o alardear a lo bestia. Es como decir que se nota demasiado, que no pasa desapercibido ni queriendo. A veces hace gracia, pero otras da una vergüencita ajena fina. Vamos, que discreto lo que se dice discreto no es.
"Tía, íbamos de incógnito al garito y aparece el Manu con americana roja brillante y purpurina en la barba, dando el cantazo desde la otra punta de la calle."
Se usa cuando alguien destaca de forma muy llamativa, a veces hasta un poco hortera, y todo el mundo se fija en esa persona aunque no quiera. Puede ser por la ropa, por cómo habla o por la que está montando. Es como decir que canta muchísimo y se nota a kilómetros. Y hay que admitir que a veces tiene su gracia.
"Entre tanto traje gris en la oficina, apareció Paco con americana roja brillante y zapatos dorados, vaya manera de dar el cantazo en la reunión del lunes."