Se dice cuando alguien se pone a exagerar, a hacer drama y a alargar un cuento como si estuviera actuando en una telenovela. Aplica para quejas, peleas, chismes o cualquier bobada que vuelven un show. Es como decir: bájale dos rayitas, deje el teatro y cuente lo que pasó sin tanto adorno.
"Parce, no le dé novela a eso, fue un raspón y ya. Se cayó, se paró y siguió, pero usted ahí llorando como si lo hubieran atropellado."