Se dice cuando te entra el sueño y vas a echarte una siesta o una cabezadita, normalmente después de comer o cuando el cuerpo ya no da para más. Es como admitir que te estás apagando poco a poco y necesitas recargar. Muy de casa, muy de sofá y con cero culpa, que la siesta es sagrada.

"He arrasado con el ternasco y ahora no me habléis, que me voy a doblar el pico en el sofá diez minuticos y vuelvo nuevo."

En Risaralda se usa para decir que alguien comió durísimo, que se pasó de la raya con la tragadera. Es como cuando ves a un pana que no suelta el plato y sigue repitiendo sin pena. Sirve tanto para vacilar a un amigo glotón como para admitir que uno mismo se dio una atracada brava.

"Parce, ayer en el asado doblé el pico feísimo, me comí media res, dos arepas con quesito y todavía me antojé de natilla con buñuelo."

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!