En Risaralda se usa para decir que a algo hay que meterle ganas, esfuerzo y constancia, como ponerse juicioso a darle duro a una tarea complicada. Es como decir que no se va a hacer a medias, sino con toda la actitud y sin aflojar. Suena intenso, pero en el día a día es más buena vibra que amenaza.
"Parce, ese parcial de cálculo está bravisísimo, pero relajado que este finde nos juiciamos, le echamos plomo toda la noche y salimos con cinco en esa vuelta."