Se dice cuando alguien se mete un trago rápido de licor fuerte, normalmente aguardiente casero, para entrar en calor o animarse antes de la fiesta. Es el típico chute previo a la verbena, al bar o a la ronda, de esos que te ponen las orejas coloradas en dos segundos. Tradición de pueblo y orgullo, pero con cabeza.
"Quillo, que hace un frío que pela, antes de ir a la verbena nos echamos un trago de jacha y ya vamos con brío a dar guerra."