Se dice cuando alguien está loquísimo por otra persona y anda embobado, como si le hubieran echado un hechizo. No es que haya magia de verdad, pero el efecto es el mismo: no escucha razones, se distrae y todo le da igual menos esa persona. En Arequipa suena bien para vacilar al amigo enamorado.
"Desde que vio a la Juana, el Pepe anda embrujado, ni con su rocoto relleno se le pasa, y eso ya es grave, causa."