Expresión usada para decir que alguien se pone a escuchar chismes, habladurías o comentarios malintencionados, como quien se queda pegado al chisme del barrio. Hace alusión al sonido de los ollucos friéndose en la sartén, como si uno se quedara embobado oyendo ese chisporroteo. Es bien de la zona andina y suena sabroso, la verdad.
"Ya pe, deja de escuchar ollucos con las vecinas chismosas y ven a ayudar a pelar papas que el almuerzo no se va a hacer solo."