Se dice cuando alguien anda boludeando, perdiendo el tiempo y dando vueltas sin hacer nada útil, como si estuviera revolviendo un baúl lleno de cachivaches en vez de ponerse las pilas. Va perfecto para retar con cariño a un amigo colgado o para pinchar al que se hace el distraído. Tiene ese sabor bien del norte.
"Che, dejá de estar baúleando y vení a darme una mano con el asado, que el fuego se me muere y el perro ya está haciendo guardia al lado de la parrilla."