Expresión moqueguana para decir que alguien ha subido de peso pero de forma simpática, se le ve sano, rellenito y con buena cara. No es un insulto, más bien un comentario cariñoso de barrio, como decir que está bien comido y disfrutando de la vida. Y hay que admitir que suena bastante tierno.
"Desde que su abuela se mudó con ellos, el Chato está chapadito, porque la doña cocina como para un batallón y él nunca le dice que no a un segundo plato."