Se dice de alguien que está perdidísimo, despistado o fuera de onda, como pez fuera del agua. Vamos, que no se entera de nada y se nota a kilómetros. Sirve para vacilar un poco sin ponerse demasiado pesado, y queda perfecto cuando alguien llega a un plan y va con cara de ¿qué está pasando aquí?
"Llegó a la junta sin café y sin dormir, y cuando le pidieron que explicara el proyecto se quedó como un pescado, nomás parpadeando y viendo al techo."