Se dice de alguien que está re colgado, en la luna o medio ido, como si la cabeza le estuviera cargando en otra pestaña. Puede ser por sueño, por estar distraído o por venir con la yerba fuerte y el mate encima. No es insulto pesado, más bien una gastada con cariño.
"Dale, che, te hablo hace rato y ni registrás. Estás en el limbo misionero, dejá el mate un toque y volvé a la Tierra."