Se dice de alguien que anda distraído, colgado o en la luna, como si su mente estuviera flotando lejos y el cuerpo nomás de adorno. En Mérida lo sueltan cuando no pones atención, no cachas una o te quedas viendo al infinito. No es grave, pero desespera cuando te hablan y ni parpadeas.
"Oye, Juan, ¿qué onda? Te expliqué tres veces lo del proyecto y sigues en globo, ya ponte las pilas que al rato lo revisan."