En el Valle del Cauca se dice que alguien está enfarrascao cuando va prendidísimo, borracho hasta la coronilla o tan metido en el bailoteo que ya ni coordina. Es muy de rumba salsera, de esas noches largas con aguardiente, sudor y perreo salsero. Suena chistoso, pero cuando uno amanece así sabe que la cosa se fue de las manos.
"Parce, anoche en la salsoteca el Jairo estaba tan enfarrascao que se puso a bailar con la columna pensando que era la novia y casi se cae por las escaleras del segundo piso."