Se dice cuando estás sin un mango, re corto de guita, en modo mirar vidrieras y suspirar. Vamos, que no te da ni para el bondi y cualquier plan te parece un lujo. En Mendoza se usa para marcar esa pobreza momentánea con humor, como diciendo: hoy no gasto porque no existe el presupuesto.
"Che, dejá de invitarme a birras que estoy paleta, hoy miro la carta y me da ansiedad, ni para el bondi me alcanza."