Se usa cuando alguien está muy hincha pelotas con los detalles, marcando todo y no dejando pasar ni una. Es como cuando tu vieja se pone en modo inspectora de limpieza y revisa hasta si el perro dejó una huella en el piso. Básicamente es estar demasiado exigente, y a veces da ternura pero también dan ganas de huir.
"Oíme, Juani, hoy mi vieja estaba re exigente con el cuarto, me hizo ordenar los cajones, pasar trapo abajo de la cama y hasta perfumar las cortinas, un delirio total."