Expresión muy de Guanajuato para hablar de un momento inesperado, medio caótico y bien gacho, como cuando todo se te viene abajo de la nada. Puede ser una metida de pata, un accidente o una mala jugada del destino. Es de esas palabras que te hacen reír aunque la situación esté para llorar, y la neta sí tiene su encanto.
"Íbamos bien felices rumbo al Cervantino y de repente, gaviotazo, se nos ponchó la llanta en plena subida y acabamos empujando el carro como si fuera peregrinación."