Frase sarcástica para cuando alguien viene a “ayudar” y lo único que hace es empeorar el quilombo. Es como decir “dale, campeón” pero con agradecimiento falso y cara de póker. Se usa mucho después de una metida de pata bien grande, cuando ya no queda más que reírse para no putear.
"El Nacho quiso “dar una mano” con el asado, le tiró agua al fuego y nos dejó sin brasas. Yo lo miré y solté: Gracias, Nacho, sos un crack."