Se usa cuando alguien monta un numerito exagerado por una tontería, como si estuviera en pleno espectáculo de circo. Es hacer drama, llamar la atención y liarla más de lo que toca. Vamos, que en vez de tomarse las cosas con calma se pone intenso perdido. Y oye, a veces hace gracia, pero otras dan ganas de aplaudir para que se vaya ya.
"María, deja de hacer el circo porque te perdiste un capítulo de la novela, que parece que te han cancelado las vacaciones en Benidorm, hija."