Se usa cuando alguien acomoda el recuerdo para que le cierre mejor, como si su memoria fuera amiga que le hace el favor. Cambia detalles, olvida lo que no le conviene y de repente todo lo que pasó lo deja bien parado. Es una forma medio irónica de decir que está recordando con mucha viveza y poca honestidad.

"Cuando le pregunté por la guita del asado, me hizo una gauchada a la memoria y se acordó que ya me había pagado, justo justo cuando yo no encontraba el recibo."

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!