Se usa para decir que alguien está borrachísimo, tan prendido que ya ni coordina ni ve bien, como si anduviera a ciegas. Es de esas formas creativas de decir que el trago se le fue de las manos. Suena chistosa, pero también es medio advertencia de que ya se pasó de la raya.
"Parce, anoche el Manolo quedó hasta las chanclas de ciego, se montó a la moto del vecino creyendo que era el taxi y casi se lleva el portón de la cuadra."