En Risaralda se dice hervir la arepa cuando alguien está todo acelerado, inquieto o con la cabeza a mil, como si no pudiera quedarse quieto ni un segundo. También se usa para quien está muy pendiente de algo, casi obsesionado. Es de esas expresiones bien paisas que suenan a cocina y chisme al mismo tiempo, y la verdad es que tiene su encanto.
"Relájese pues, mijo, que por ese parcial lleva tres días hirviendo la arepa y ya hasta la abuela está mamada de oírlo hablar del mismo tema."