Se dice cuando alguien va muy borracho, o sea, que lleva un buen pedal encima y ya no coordina ni el saludo. Vale para vino, birras o lo que caiga. Es bastante coloquial y un pelín bruto, pero se usa muchísimo. Vamos, que va contento, sí, pero de esos que ya cantan y se creen artistas.
"Después de tres jarras, Paco iba pedo como una cuba y se puso a cantar jotas en mitad de la plaza, dando palmas y saludando a todo el mundo como si fuera el pregonero."