Expresión costeña para decir que alguien se llenó de valor y entusiasmo de golpe, como si se hubiera tomado un shot de confianza. Se usa cuando una persona que estaba tímida, dudosa o apagada, de repente se suelta y se atreve con algo que antes ni loco hacía. Muy de parche y de vacile.
"Mira a Manolo, estaba todo callado y de repente se jartó de ánimo, se subió a la silla y se puso a bailar champeta como si fuera el rey del picó."