Se usa para decir que vas a mandar a alguien al rincón imaginario donde se juntan todos los chipiles del mundo, los que andan bien sensibles, llorones o dramáticos por cualquier cosa. Es como decirle que ya le baje dos rayitas a la chilladera, aunque la neta a veces sí da risa ver tanto show.
"No manches, nomás porque se te cayó el helado ya andas haciendo pancho, mejor te mando a la chipiloteca a que llores a gusto allá con tus dramas."