Expresión súper colombiana, muy de los Llanos también, que sirve para soltar sorpresa, fastidio, desconcierto o resignación según el tono. Puede ser un simple “qué cosa” o un “qué problema” cuando todo se enreda. Es comodín total: lo dices y ya quedó claro que la vida se puso intensa, para bien o para mal.
"Íbamos a la piscina y empezó a llover durísimo, se fue la luz y el perro se escapó. Qué vaina, mano, hoy no se puede con nada."
Expresión muy usada en Salta para quejarse de algo molesto o inesperado, o para marcar sorpresa medio resignada. Es como decir qué cosa o qué problema, pero con sabor bien norteño y un toque de bronca mezclada con humor. Sirve tanto para pequeños dramas diarios como para líos más serios, según el tono.
"Che, me quedé sin crédito justo cuando iba a pedir el remis y encima se cortó la luz en casa, qué vaina loco, siempre me pasa lo mismo"
Expresión comodín muy colombiana para quejarse, lamentarse o mostrar fastidio cuando algo sale mal o es un rollo. También puede expresar sorpresa medio resignada, como diciendo que la vida a veces se pasa de lista. Es de esas frases que sueltas sin pensar cuando todo se complica y solo queda desahogarse un poco.
"Parce, me levanté tarde, se me dañó la moto y encima lloviendo a cántaros, qué vaina tan brava, hoy sí amaneció torcido el universo"
En Jujuy se usa para largar una mezcla de sorpresa, bronca suave o resignación cuando pasa algo medio choto pero tampoco es el fin del mundo. Es como decir qué quilombo o qué embole, según el tono. Sirve tanto para un garrón chico como para cuando la vida te pega otro cachetazo más y ya ni te sorprende.
"Che, se cortó la luz justo cuando estaba por calentar las empanadas y encima se me cayó el vino en la alfombra, qué vaina, loco, este día está re mufado."
Expresión multiusos para describir una situación inesperada o un contratiempo, típica del lenguaje de los caldenses.
"Se me olvidó el paraguas y está lloviendo a cántaros... ¡Qué vaina, parce!"