En Cesar se usa para decirle a alguien que no se eche para atrás, que no se acobarde y le meta berraquera a lo que viene. Es como un empujón para que se anime a hacer algo que le da miedito o pereza. Suena medio regaño, medio cariño, y la verdad es que tiene bastante sabor costeño.
"Oe, no arrugues y súbete a cantar en la tarima, que ya estás prendido y la gente está esperando el show, no te me achicopales ahora."