En Corrientes se le dice orejón a la persona que está en todas, escucha cada murmullo del barrio y después lo reparte con ganas. Es el chusma profesional, el que tiene antenas en vez de orejas y parece que vive pegado a la ventana. No siempre es mala onda, pero si hablás cerca suyo mejor medí las palabras.
"Che, no seas gil y no le cuentes nada a Ricardo, es un orejón bárbaro y mañana hasta el colectivero sabe tu drama amoroso."