En Cantabria se usa para hablar de la acción de mirar con atención pero disimulando, como quien espía un poco sin querer quedar de cotilla oficial del barrio. Puede ser para vigilar al vecindario, para fichar a alguien que te mola o simplemente para enterarte del salseo. Y oye, tiene su arte eso de hacer un buen oteo.
"Tía, ayer me pegué un buen oteo desde la ventana y vi al del quinto salir en bata con el casco de la moto puesto, parecía escena de serie cutre."