En Lima se dice cuando alguien anda sin rumbo, matando el tiempo y dando vueltas por ahí sin hacer nada productivo. Es como salir a vagar, a mirar vitrinas o a caminar por caminar, porque no hay plan o porque estás misio. Suena bien callejero y medio resignado, pero también tiene su encanto.
"Salimos del instituto y, como estábamos misios y sin plan, nos fuimos a patear lata por el parque, mirando puestos y rajando de todo un rato."