En Ecuador se usa para decir que alguien se quedó dormido durísimo, como piedra, casi siempre después de estar hecho polvo por el trabajo o de una farra brava. No es solo dormir, es desconectarse del mundo por completo. Suena medio bruto, pero tiene su encanto cuando cuentas la anécdota al día siguiente.
"Loco, ayer llegué del camello, me tiré en la cama a ver una serie y terminé pegándome el bardote hasta el mediodía, ni sentí cuando pasaron los buses haciendo bulla."