Se dice cuando alguien se arregla y queda bien guapo, bien presentable, como para presumir. Es ese momento en que te peinas, te perfumas y sales con outfit de domingo, listo para que te echen el ojo. Va más de verse atractivo y pulido que de coquetear. Y sí, suena medio cursi, pero pega.
"No manches, Marco llegó bien perfumado y con camisa planchadita, se puso como caramelo y hasta el DJ le andaba echando ojo."