Se dice cuando alguien se pasa de lanza bebiendo o comiendo y acaba bien pasado, ya sea borracho, llenísimo o medio ido. Es como irse “hasta atrás” de tanto exceso, sin frenos. En fiestas y bodas sale un montón, y sí, suena chistosa, pero describe perfecto al que ya no coordina ni el saludo.
"En la boda del primo, el Juan se puso hasta atrás con tequila y carnitas, y ya andaba cantando banda abrazado al mesero como si fueran compas de toda la vida."
Frase utilizada para describir a alguien que ha bebido tanto en una fiesta o reunión, que está completamente borracho y fuera de sí.
"En la boda de Juanito todos nos pusimos hasta atrás. Ya ni me acuerdo cómo volví a casa."