Se dice cuando algo está bien chido, sorprende o da risa, como un “qué genial” con sabor norteño. Puede ser por algo impresionante, por una ocurrencia o por una situación medio absurda que te saca la carcajada. Muy común en el noroeste de México, y sí, se pega rápido.
"No manches, el compa llegó en chanclas a la boda y todavía se puso a bailar banda. ¡Qué curada! Hasta la tía se andaba riendo."
Se usa en Baja California para decir que algo está muy chido, divertido o sorprendente, como cuando ves algo tan loco que te alegra el día al instante. Es una forma bien norteña de expresar emoción y buena vibra. La neta, cuando dices qué curada ya sabes que lo que viste sí valió la pena.
"Fuimos a la playa, había un vato tocando cumbias en patineta y un perro con lentes oscuros, todos dijimos al mismo tiempo qué curada"