Se dice cuando algo te da una pereza brutal o te parece un aburrimiento total. Es como soltar un “qué fastidio” bien colombiano, de esos que salen cuando te toca hacer algo que no te provoca ni a palo. Sirve para quejarse, para dramatizar un poquito y para dejar claro que hoy no estás pa’ esfuerzos.
"¿Otra reunión a las siete y con cámara? No jodás, ¡qué mamera! Mejor caigamos por un tinto y hablamos de cualquier cosa."