Se dice de la persona que habla y habla sin freno, sobre todo para echar chisme, rajar de la gente o meterle adorno a los cuentos hasta que ya no se sabe qué es verdad. Es puro bla bla con sabor a novela. Si alguien está rajando labia, mejor agárrate porque no va a soltar el tema fácil.
"Oye, deja de rajar labia, primo, que ya le metiste dragones al chisme y aquí lo único que voló fue el burro en tu cabeza."