En Santander decir que uno hace un santoto es como jurar por lo más sagrado. Es una promesa hecha con toda la seriedad del mundo, casi que estilo contrato verbal. Si alguien te suelta un santoto y no cumple, queda marcado de por vida como poco confiable. Y la verdad, en tierra santandereana eso es casi pecado mortal.

"Mijo, le hago mi santoto que si pasa ese parcial le invito mute, cabrito y hasta guarito pa' que celebre como buen santandereano berraco."

¿Te gusta nuestro diccionario?

Además de rebuscar expresiones cañoneras, también contamos chistesitos.

Échale un ojo, si no te ríes en 10 segundos, te hacemos un descuento.

Tu cesta: 0,00 € (0 productos)
Imagen del producto

Tu Carrito de Magia

Tu carrito está vacío. ¡Adopta un Magikito!